miércoles, 27 de septiembre de 2017

Temporada 2017 acabada!




Ya se ha acabado mi primer año de corredor master. El resultado... muy flojo, muy muy flojo. La cuestión es que de antemano, ya sabía que sería así, sabia que era un éxito si acababa alguna carrera y que en la mayoría no clasificaría pero... Cuando no das el nivel se hace duro. Pero tengo asimilado que es un camino que tengo que recorrer y una fase que he de pasar. Este año era de aprendizaje.

Y vaya que si he aprendido. En cada carrera me llevaba muchas lecciones, pero correr con gente de este nivel es muy complicado. Pero si de algo estoy seguro es de que hoy por hoy, estoy todavía mas motivado para el año que viene.

En julio corrí el campeonato de Catalunya M30, que era un recorrido en ruta de 90 km con el puerto de la Teixeta como principal dificultad. Durante el principio me lo pase pipa, disfrute muchísimo, hasta que en un enganchón donde casi voy al suelo hizo que me bajara de mi nube de felicidad y disfrute. Para acabar de arreglarlo vi una torta espectacular a 60 km/h que me puso los pelos de punta y me saco psicológicamente de la carrera. Mi cabeza me jugo una mala pasada y por primera vez en la temporada tuve ganas de no estar montado encima de la bici. Pero aguante y acabe la carrera. Eso si, el ultimo clasificado ya que yendo en un grupo a 3 km de meta tuve que levantar el pie por culpa de unos calambres que me castigaron sin piedad. Clasifique que era el objetivo, pero cerrar la clasificación hace pupa.

Después del campeonato m30 cogi vacaciones e hice un parón, y la verdad es que me sentó fenomenal. Descansado, me sentía muy bien en la bici. Fui a correr a el Pla de Santa Maria, una carrera tipo criterium -dar vueltas a un circuito- y descubrí que esas carreras son divertidísimas, pero también son una agonía constante. Es estar todo el rato acelerando y frenando, haciendo series sin parar. El circuito era peligroso y guapísimo, pasando por calles estrechas del pueblo.

Por falta de tablas a la segunda vuelta ya me había descolgado del pelotón. No trazaba bien las curvas y el latigazo me superaba. Encima me comí una caída y por esquivarla quede eliminado del grupo. Me quede solo esperando que me doblaran y se rompiera la carrera si poder esconderme en algún grupo y clasificar. Así fue y cuando empece a pillarle el tranquillo y a disfrutar pinche la rueda trasera. No recuerdo cuantas vueltas di pero me lo pase genial a pesar de hacer el pena y descolgarme tan pronto. Y encima vi que a pesar de que me doblaran, podía haber acabado la carrera, mi primera carrera amateur acabada. Pero no, así son las cosas, por culpa de un alambre minúsculo.

Después, corri otro criterium en Reus, otra carrera agónica donde se hacían dos tandas, para clasificar para una final de "los buenos" y otra de consolación para los que no nos pudiésemos clasificar a la otra. Como no podía ser de otra manera, trazando como el culo me descolgué de los primeros, solo eliminaron antes que a mi a 3 o 4 corredores. En la final de consolación le pille el tranquillo a trazar las curvas y pude aguantar toda la carrera con el grupo... La acabe! Pero no tiene mucho mérito ya que fueron 12 vueltas creo... vamos que muy malo tenías que ser para no acabarla.

Y después llego Santa Tecla. Donde empezó todo. Hace 4 años, fui con mi mujer a las fiestas de Santa Tecla en Tarragona a pasar el día. Después de comer se corría una carrera en la Rambla, primero los chiquillos y después los mayores. Yo como practicaba BTT me hizo gracia ver la carrera. Me quedé impresionado por esos tíos, por lo rápido que iban y por el característico ruido que hacían las bicis al bajar piñones. Se me caía la baba. Para mi eran superhéroes. Yo llevaba tiempo dandole la brasa a mi mujer para comprarme una bici de carretera y ese día algo cambió, ya que al mes siguiente pude dar mis primeras pedaladas en una bici de carretera.

Así que después de 4 años, ahí estaba yo, al otro lado de la barrera. Iba a correr en Santa Tecla, junto a los superheroes, con la única idea en el coco de acabarla. Empezamos y las primeras vueltas bien, me sorprendo a mi mismo de que no voy al límite intentando no perder rueda. Trazo bien y no sufro latigazos. Pero sin darme cuenta, voy cayendo a cola. Ahora no sabría decir que paso, pero en un par de curvas me ganaron la posición y después me puse a hacer el tonto, algo que he hecho muchas veces esta temporada y que no aprendo. Me pongo a gestionar mis esfuerzos dejando huecos que confío que podré cerrar. Y que jamas los puedo cerrar. Me paso en Sant Pere de Ribes, me ha pasado varias veces yendo a Cunit con el club, y me paso en la carrera que mas ilusión me hacia de todo el año. 2 metros que luego son 5 y luego 10. Y cuando me doy cuenta estoy cortado. Encima en esta carrera no permitían doblados así que corrí todo lo que pude en solitario hasta que me pillaron. Se acabo la temporada.

Conclusiones....
Que hay mucho nivel, mas del que me pensaba y que, de momento, no doy la talla ni de lejos.
Que en carretera, hay que aferrarse a la rueda del de adelante aunque mueras, nada de guardar para luego (eso lo hago yo mucho) porque si te cortas, no hay "luego".
Que currando y haciendo caso a Jesus, tengo mucho margen de mejora.
Que me gustan las carreras mucho, muchísimo y me muero de ganas de tener nivel para acabarlas sobradamente.

Y sobretodo, dar las gracias a mi familia, por aguantar tantos km en coche para acompañarme siempre y aguantar lo que supone que tu marido/padre juegue a ser ciclista low cost, sin ningún éxito mas allá que aparecer en el fondo de una clasificación M30.

También agradezco a los compañeros de club, que aparte de que en bici son unos cabrones y que van siempre dando palos para descolgarte son muy buena gente y me están enseñando mucho, ya que ser ciclista es mucho mas que dar pedales encima de una bici.

Y por último a Jesus, que con el poco tiempo que dispongo para entrenar esta consiguiendo que rinda como cuando salía el doble de tiempo. Y estoy seguro que en un futuro, me hará rendir muchísimo mas que ahora.

Me muero de ganas de ponerme a trabajar cara al 2018.