Una vez puesta fecha me puse a trabajar en un track, busque un recorrido lo mas llano y corto posible para hacer el objetivo algo mas alcanzable. Mientras trabajaba me moría de ganas de llevarlo a cabo... Me imaginaba la aventura y no me la quería perder por nada del mundo.
Pero los números eran demoledores... 400 km, 3500 de desnivel, 14 horas de pedaleo estimado. Demasiado para un solo día. Yo, personalmente desconfiaba de poder hacerlo. Teníamos que tener la fortuna de que el viento nos ayudase, ni que decir que si lo tuviéramos en contra estábamos muertos.
Hice un simulacro de salida larga bajo la solana -últimamente no hago mas de 3 ó 4 horas a lo sumo- y saque dos conclusiones:
Crema solar importantísimo, el quemazón del sol en los brazos me merma mucho. Y agua fresca SIEMPRE en el bidón.
Encima, para colmo, este sábado episodio de ola de calor. Todo se ponía en contra.
Pero este miércoles, con todo a punto, mis piernas en plena forma y a tres dias del reto, yo solito me pego un talegazo contra una señal de trafico. Si, solo. Me empané mirando el garmin y lo siguiente que vi fue la señal a 30cm de mi. Mi espalda se llevo la peor parte y parti en dos la maneta del desviador.
La maneta la conseguí sustituir al momento (gracias Roberto de MATBIKE) pero mi espalda estaba fatal. El jueves, apenas podía andar, y por la noche no podía dormir del dolor. No me podía creer que me fuera a perder lo de Andorra, con la ilusión que me hacia.
Mi mujer me dijo que el destino quería que no fuera a Andorra, todo estaba en contra.
El viernes desperté mejor, me molestaba la espalda pero no era ese dolor punzante que me impedía moverme.
Así que salí a rodar 10 km y tomé la decisión: El sábado iría a Andorra.
Así que el sábado, a las 5:40 estaba con la bici esperando a Javierre y Manel debajo de casa. Al cabo de un poco en los huertos de Sant Boi nos esperaba Jordi.
Empezamos con relevos de unos 15/20 minutos. Ibamos por feina, incluso demasiado rápido para mi gusto. Yo hubiera ido hablando y contado chistes, pero mis compis iban a por trabajo, sabían lo que nos esperaba. Llevábamos una hora y media y no habíamos ni hablado (!) era prontito y por la zona de Capellades daba gusto pedalear, hacia fresquete, era muy pronto por la mañana.
Todo el rato en fila de a uno llegamos a Igualada, y propuse parar a comer algo rápido y me miraron como a un bicho raro... Tan pronto¿? A mi me daba pánico no beber o no comer lo suficiente, pero me deje llevar por su experiencia.
A las tres horas, pasado Calaf nos paramos. Necesito agua y comer algo. Ya llevamos 3 horas! Pero eso no es nada comparado con lo que nos queda.
Al reprender la marcha noto las piernas con una pizca de fatiga, pero la espalda de momento me respeta y solo me avisa al ponerme de pie. Llegamos a un tramo de rampas duras y cada uno coge su ritmo. Yo como voy cagado perdido voy lo mas conservador que puedo. Una vez arriba reagrupamos y empezamos una zona de repechos brutales, aquí ya no hay relevos que valgan, cada uno va a su ritmo... Como cada vez estamos mas cerca de Andorra yo me animo y cada vez voy mejor, según nos acercamos mejor me encuentro!
Veo que llegaremos a la hora estimada y encima ahora llevamos el viento de cara. No me importa porque eso significa que luego no ayudara.
A partir de aqui va picando para arriba pero no pasa del 4%, por lo que se rueda fácilmente... Después la Seu y ya llegamos, ya estamos.....!!!
Llegamos a Andorra y buscamos un bar para comer algo rápido y ponernos de manos a la obra para abajo, que es lo difícil. Elegimos mal el bar porque los propietarios tienen una caraja encima que no pueden ni con ella. Tardan siglos en atendernos, preparar los bocatas y en cobrarnos... Pero bueno, sopla un viento fuerte dirección la Seu d'Urgell... Es una maravilla. Por primera vez veo posible lograr el reto.
Nuevo embadurne de crema solar y para abajo. Es una gozada. Vamos a 50 km/h, terreno favorable y el viento empujándonos en el trasero. Pero a tramos el aire quema, el Garmin me marca mas de 40ºc y aunque vayamos rápido el sol calienta una barbaridad.
Llegamos a los rampotes previos a Ponts, a las 15:30 del mediodía en uno de los dias mas cálidos del año y con 260 km en las piernas. Como podéis imaginar eso hace mucho daño. Cada uno lo sube a su ritmo, porque obviamente ya vamos bastantes "tostaditos". Para rematar, el aire esta girando y empieza a molestar bastante, pero bueno, hay un bar al final de este tramo y luego viene bajada y un largo llano para recuperar.
Los ánimos están bien, vamos sobre el horario previsto y sin percances. Cada uno con sus miserias pero sobreviviendo.
Hacemos el llano como podemos, yo voy por delante ya que me siento mas cómodo llevando un ritmito un pelín mas alto, por detras van los compañeros haciendo, guardando todo lo que pueden. Fantaseo con comerme un helado... es lo primero que haga cuando pare el el siguiente pueblo.
Me paro en Tora, entro al bar y le pido un helado y una botella de litro y medio al del bar. Me mira raro, no es para menos. Son las 18h, con 40ºc en la calle, nadie por la calle y viene un idiota vestido de ciclista que vete a saber de donde viene. El sudor y la crema han creado una capa brillante en mi piel de lo mas lamentable. Doy autentico asco. Xavi 1, ola de calor 2.
Son las 18h. Esta mañana estábamos aqui a las 3 horas de camino. Y encima el terreno es mas favorable que desfavorable! Si vamos bien a las 21 en casa. Estoy muy contento ya que veo posible lo imposible. Pero ahora viene la subida a Calaf....
Ufffff.... cada uno a nuestro ritmo la hacemos, pero empieza un viento frontal muy fuerte. Lo que mas temia en los dias previos. Por mas que pedaleabas no avanzabas. Ha sido el peor tramo. Los kilometros se hacían eternos.
Hemos llegado a el Area de Guissona de Jorba cadáveres perdidos. Aqui Manel propone ir todos juntos, ahorraremos fuerzas. Yo por comodidad de pedaleo he tirado solo y en grupo podríamos haber avanzado mas. Acordamos no despegarnos y llegar a casa juntos.
Cruzamos Igualada y solo nos queda Capellades, Piera, Martorell y para casa. Parece poco pero con la que llevamos encima se hace un mundo, una distancia infinita.
Yo de piernas voy bien dentro de mis miserias, pero ya el estomago no me procesa el agua... por mas que beba y beba sigo teniendo sed, Javierre se queja de dolor en una pierna.. todos estamos muertos. Este ultimo tramo ha sido durísimo.
Voy tirando e intento poner un ritmo para que nadie se descuelgue, el poder ayudar a mis compañeros es lo que mas me motiva. Si fuera solo hubiese abandonado hace rato.
Llegamos a Martorell, ya casi estamos. Pero el calor es brutal. Es medio de noche y marca 32ºc el garmin. La crema solar y el sudor han creado una especie de capa en mi piel que parece que este untado en mantequilla, y encima no transpiro nada. xavi 1, ola de calor 10.
Y para acabarlo de arreglar, cuando ya pensamos en nuestras casas con aire acondicionado, ducha y cama aparece un pinchazo. Arreglan Manel y Jordi y ya esta.
Quiero avisar a mi mujer que estoy cerca de casa pero estoy tan tan sudado que no puedo operar el movil. Estoy empapado, mi ropa esta empapada, no lo puedo ni desbloquear. Desisto. Se me acaba la bateria del Garmin, no me llegara a grabar el recorrido completo.
De Palleja a casa, un camino que he hecho miles de veces se hace largo como nunca.
Pero lo conseguimos. Lo que al principio del dia yo mismo veia imposible lo hicimos posible. Hemos hecho 400 km en un dia de calor brutal. Hemos ido y vuelto de Andorra solo con nuestras piernas.
Me encanta el ciclismo
Fotos: Manel, Javierre.
