martes, 11 de agosto de 2015

La Purito Andorra 2015


Bueno, ya estamos aqui escribiendo la crónica. Hay que decir que, un servidor, ahora mismo tiene las piernas tiesas como dos palos, voy andando cual robocop por casa. Es lo que hay, el precio a pagar por acabar tal salvajada de marcha.

Mi ciclista favorito, siempre ha sido Joaquim Rodriguez, su manera de correr, su potencia en finales duros y sobretodo su calidad como deportista me han parecido admirables. Jamas pone excusas, nunca reprocha nada a nadie y da siempre todo lo que tiene. Para mi es el mas grande de todos, sin duda.

Por eso, cuando me enteré que organizaba una marcha, pensé que iría como fuese. No me la podía perder, era la Purito! Solo me preocupe de la fecha y del lugar: Andorra, 9 de Agosto. Se lo comenté a mi mujer. Ella, como siempre, me apoyó y me dijo que me acompañaría. Asi que sin preocuparme del recorrido hice la inscripción sin pensármelo.

La distancia 145 km, nada del otro mundo que no haga cualquier domingo. Y el desnivel lo había mirado por encima, 5200 metros. No se porqué no presté atención a este "pequeño" detalle. Según se iba acercando el día y en mis ratos libres me miraba el perfil e iba razonando donde me había metido me iba haciendo caquita en los pantalones. Madre mía en que follón me he metido!

Así que el viernes, bici al coche y para Andorra! Mi mujer y mis suegros me acompañaban y gracias a ellos a sido todo mas fácil, sin duda. Nada mas llegar se respiraba el ambiente ciclista... coches cargadas de bicis, señalización de la marcha... El germen competitivo ya se había instalado en mi. El sábado salí a rodar, quería hacer un trocito de algún puerto, poca cosa. El destino y el desconocimiento de la zona hizo que acabara en Sant Julia de Loria, Justo donde empezaba el Alt de la Rabassa. Vi la señal y para allá que tiré!

Qué bajonazo. El marcador de desnivel del Garmin no bajaba de las dos cifras. No llevaba ni 50 metros, llevaba todo el desarrollo puesto y ya con las pulsaciones por encima del umbral. Mis sospechas y advertencias de todo el mundo de que el plato de 39 no era lo adecuado para esta marcha se confirmaron. Pero es que no tengo otro...!!!

A los dos kilometros me di media vuelta y me fui para abajo con la certeza de que el abandono era la opción mas probable para el domingo. Pero cosas de la vida, al llegar a Sant Julia me acerque a la zona de salida, donde repartían los dorsales y había una mini feria de la bici. Todo el desanimo se me paso al ver a Joaquim allí. Allí lo tenia, a dos metros. Tenía la oportunidad de pedirle una foto, de decirle lo mucho que lo admiro. Pero soy muy tímido para eso, me dio palo molestarle y mas para decirle lo que ya le dicen a diario, que es un crack.

Me vuelvo para el hotel y a descansar que al día siguiente me hará falta hasta el ultimo gramo de energía que tenga en el cuerpo. El domingo, camino a la salida, los nervios típicos por mezclarme entre tanto fenómeno del ciclismo se apoderaron de mi. No se si era del frío o de los nervios pero tenia un tembleque en las piernas nada halagüeño. Me pongo en la salida, cerca del principio para ver el desfile de celebrities: Indurain, Losada, Dani Moreno.... entre otros.

Se da la salida y mi mentalidad es la de guardar, ahorrar y reservar todo lo posible. Vamos subiendo por Andorra, siempre picando para arriba, en busca del primer puerto. Voy buscando algun grupito que vaya a mi ritmo, pero todos me van pasando. Llevo el modo eco al máximo. Justo al llegar el primer puerto, encuentro un grupito en el que voy bien. Pero la dureza de las rampas no dan tregua.


El primer puerto, Beixalis, es precioso, pero con rampotes duros. La cosa es que como estoy fresco lo subo tranquilamente, todo lo "al ralentí" que me permite mi desarrollo. Coronamos y arriba hace una rasca considerable. Me pongo el paravientos y no es suficiente, unos manguitos no hubiesen estado mal. Empezamos a bajar y se me viene encima una realidad en la que no había pensado: las bajadas son largas, muuuuy largas. Yo no se si era por los nervios, el frío, o por que diablos pero bajaba tieso, muy inseguro. No quería caerme y dar un disgusto a la familia... no lo se. Pero la bajada me mermó mucho mas de lo esperado. Llegue abajo entumecido, con los hombros y brazos doloridos, esto no entraba en el plan.

Agradecí volver a subir la verdad. El segundo puerto, Ordino se me hizo mas llevadero. Largo, pero con pendientes a las que estoy mas acostumbrado. Me permití incluso el lujo de echar una fotillo:




Al llegar arriba había un avituallamiento, con todo tipo de comida, geles, agua isotónica.... una maravilla la verdad. Los avituallamientos un 10. Y otra vez para abajo.... Esta bajada si era larga, larguisima... Y en esta me dejo los hombros hechos polvo. Sorprendentemente iba mejor de piernas que de brazos. Teníamos que bajar otra vez a Sant Julia, todo el terreno favorable hasta llegar al puerto de La Rabassa. Ese fue el que reconocí el día anterior, así que ya sabia lo que me esperaba al principio.

Después de un buen rato bajando, encontrarte con esos rampotes duele, y duele mucho. Pero estaba ya a la mitad de la marcha y eso me anima. Voy subiendo y después del dolor del principio cojo ritmo y van pasando los metros. Pero es tan largo..... Voy todo el rato con la vista en el Garmin, mirando el % de desnivel. No hago mas que suplicar que se ponga al 5% al 6%... y en el mejor de los casos es un 8%. Pasa una eternidad y el puerto no se acaba nunca... se me hace largo, largo... Después de una eternidad coronamos y como algo, pero me toca bajar de nuevo y mas que un alivio se me convierte en una penuria.

Y ahora, por fin, toca la Gallina. Es el puerto al que le tenía mas miedo, mas que miedo pavor. Y mis peores temores se hacen realidad. Después de tanto rato bajando las primeras rampas me hacen pupita de lo lindo. Me noto fatal. La palabra abandono me ronda por el coco. En el fondo sabía que algo así me iba a pasar. Voy tostado y me quedan por delante 12 kilómetros de rampas brutales, con un 39 de plato... menudo panorama. Por inercia sigo y parece que al entrar en calor las piernas vuelven en si. Incluso adelanto gente, pero es porque la mayoria lleva compact y lo llevan todo puesto, y yo si no quiero caerme de lado tengo que mover mas desarrollo, así de fácil. Llegamos a una zona de barbacoas con un zig zag y un rampón descomunal. Eso es un infierno! Quien me manda meterme aquí!!!

Parece que hay un pequeño descanso (menos mal!), cambiamos de asfalto y la cosa se recrudece aun mas. Veo una señal de las que hay en los puertos de Andorra para los ciclistas y marca que el próximo kilometro es al 12% (o eso creo recordar) de desnivel medio. Al ver eso es como si me dieran con la señal en todo el melón y me dejaran grogui. Veo a un compañero empujando la bici. Cual zombi sigo dando chepazos, pero sin poder levantarme ya que tengo los músculos al borde del calambre. Veo una recta larga que se empina hasta el infinito delante mío y.... fin. Mis piernas dicen basta. Tengo que poner pie a tierra. Se acabo, abandono. No se porque, en vez de ir para abajo me pongo a andar para arriba. Ando unos 50 metros. la sangre me circula de nuevo por las piernas. Pasa una moto de la organización y el señor me dice que animo, que suaviza a partir de ahí. A ese hombre le debo la placa de finisher. Me subo a la bici y sigo pedaleando, mas con el alma que con las piernas. Era mentira, no suavizaba, pero ya estaba otra vez para arriba. De ahí a como llegue arriba ni me acuerdo... Solo se que coroné y que al bajar podía ver los nombres de Contador, Purito, Valverde... pintados en el asfalto de cuando subieron por ahí en la vuelta 2012. Hay que transitar por ahí con una bici de carretera para sentir lo que se siente, la magia del ciclismo. Territorio Purito ponía en una curva. Tenia que acabar, no había otra salida.

Llegamos abajo y solo quedaba un puerto de segunda, la Comella, y el de la Cortals, de primera. El de la Comella es corto, pero se me hace largo de narices. Tengo que ir regulando todo el rato para que las piernas no se me bloqueen, lo de ponerme de pie queda descartado. Lo hago como puedo, corono y toca el ultimo puerto. En la aproximación, que es todo el rato picando para arriba, solo voy rezando y suplicando para que los porcentajes sean bajos.

En el avituallamiento previo a la subida, ahí esta Purito, comiéndose fresco como una lechuga un sandwich de nocilla. El ya habrá acabado y habrá bajado y todo. Que cabrón! En fin, solo me queda el ultimo puerto, creo que eran 8 kilometros. Al empezar mis peores pesadillas se vuelver a hacer realidad. 12%, 13%.... Sin aflojar. Adelanto a dos compañeros y les digo: Aquí no hay puertos normales, que son todos malditas salvajadas??!! Ni me contestan... no tienen ganas de broma, yo tampoco.

De aqui al final mucha miseria ciclista, mucha... Ni se cómo leches llegue arriba. La organización me sacó unas fotos, mi cara lo dice todo:





Por fin. Acabé. Esta marcha es lo mas duro que he hecho encima de una bici sin duda. Pero no estoy nada contento, no esperaba arrastrarme tanto al final, y mas cuando en ningún momento he apretado de verdad, solo me he dedicado a sobrevivir y aun así casi me quedo en el camino. Seguramente con desarrollos mas adecuados lo hubiese hecho mucho mejor, estoy seguro, pero también  estoy seguro que no era el único que iba con un 39 y eso tampoco influye en lo mal que he bajado todos los puertos. He acabado con calambres en los brazos.

He hecho carreras de BTT con mejor media... :-(


La organización, de 10, todo muy bien montado y organizado, gente en cada cruce y rotonda y pese a ser con trafico abierto, en ningún momento he tenido sensación de peligro. Felicitar y agradecer a todos los voluntarios por brindarnos este gran día de bici.

Y si antes ya los admiraba, hoy todavía los admiro mas si cabe a los ciclistas que en una gran vuelta se meterán una etapa como esta entre pecho y espalda, encima competitivamente y con una kilometrada en las piernas. Eso solo esta al alcance de unos pocos elegidos. El dos de septiembre no os perdáis la etapa de la vuelta.

Y sobretodo y mas que nada, dar las gracias a mi mujer y mis suegros por estar ahi ayudándome en todo y hacerme sentir especial dándome siempre ánimos. No debe ser fácil aguantar tantas locuras ciclistas. También a mi hermano y mi cuñada, que gracias a el pude disponer de un escenario de lujo para prepararme la semana de antes. Y a todos los compañeros de grupeta que me han mandado ánimos, a ver si se animan a hacerla el año que viene... Que se enteren de lo que es el territorio Purito!

Enlace con la ruta al wikiloc.


lunes, 3 de agosto de 2015

Preparación pre-Purito en Tarragona

Esta ultima semana, he podido disfrutar de vacaciones y de unos días de descanso L'Atmella de Mar, donde he podido salir regularmente, eso si, madrugando mucho para poder estar en casa con la familia y disfrutar de las vacas.

El domingo pasado tuve la suerte de salir con gente muy potente, muy por encima de mi nivel y me dejaron literalmente destrozado. Un dominguero ciclista con gente que compite de verdad es una combinación que da como resultado una flojera de piernas premium.

El martes fue el primer día que pude salir por Tarragona y no podía mover los pedales, ademas de que tenía el pulso por los suelos y me costaba horrores avanzar con la bici.

Por lo menos, la zona por la que rodaba es una delicia para la bici: carreteras bonitas, buen asfalto y totalmente desiertas.

Fuente en Santa Marina


Solía salir por la zona de Pratdip, subiendo por Santa Marina acercándome hasta el pueblo de Llaberia  y después subir hasta el Coll de Fatxes y ahí coger la carretera semiabandonada de Gavadà.
Pensado en la Purito la zona iba al dedillo, no había ni un solo metro llano. Incluso un día hice el recorrido a la inversa, donde en el puerto de Gavada hay dos kilometros al 11% de desnivel medio.



La carretera de Pratdip hasta el Coll de Fatxes es perfecta, va serpenteando por un valle mientras va ganando altura, entre montañas, pinedas y rocas, y es de un rodar muy agradable. A media ascensión hay un desvío a un pueblo minúsculo, Llaberia, y la carretera que lleva hasta él es otra maravilla para los que nos gusta rodar en bici de carretera. La única pega es que para ir al pueblo tienes que ir y volver por la misma, pero no importa ya que yo la haría 1000 veces sin cansarme. La sensación de soledad y paz que hay en esa zona es increíble.


Subiendo a Llaberia


Y después esta el tramo de Gavada, una carretera ahora de uso vecinal que parece que en el pasado tuvo tiempos mejores. Es de un asfalto viejo y bacheado, y su orografía esta llena de repechos y bajadas con grades porcentajes. A tramos la maleza invade la carretera, así que es fácil imaginar de que por ahí pasaran un par de coches al día como mucho.


Lo bueno de los madrugones: los paisajes.


Pues por esos tramos he salido estos días, donde hiciese la combinación que hiciese, cada día llegaba a casa con 75/85 km y 1400 metros de desnivel. Poco a poco me fui encontrando mejor de la paliza del domingo, pero en ningún momento he conseguido encontrarme bien encima de la bici. Eso me ha desanimado un poco cara a la Purito de este domingo. Pero la verdad es que aunque me doliesen las piernas horrores, durante estos días he disfrutado de la bici y he aprendido a dosificarme en las subidas.



Rodando entre nubes.


He cerrado la semana con 307 km y un desnivel de 5300 metros. Ahora solo queda esperar este domingo a la Purito. Espero acabarla, solo con eso me doy por satisfecho.