lunes, 3 de agosto de 2015

Preparación pre-Purito en Tarragona

Esta ultima semana, he podido disfrutar de vacaciones y de unos días de descanso L'Atmella de Mar, donde he podido salir regularmente, eso si, madrugando mucho para poder estar en casa con la familia y disfrutar de las vacas.

El domingo pasado tuve la suerte de salir con gente muy potente, muy por encima de mi nivel y me dejaron literalmente destrozado. Un dominguero ciclista con gente que compite de verdad es una combinación que da como resultado una flojera de piernas premium.

El martes fue el primer día que pude salir por Tarragona y no podía mover los pedales, ademas de que tenía el pulso por los suelos y me costaba horrores avanzar con la bici.

Por lo menos, la zona por la que rodaba es una delicia para la bici: carreteras bonitas, buen asfalto y totalmente desiertas.

Fuente en Santa Marina


Solía salir por la zona de Pratdip, subiendo por Santa Marina acercándome hasta el pueblo de Llaberia  y después subir hasta el Coll de Fatxes y ahí coger la carretera semiabandonada de Gavadà.
Pensado en la Purito la zona iba al dedillo, no había ni un solo metro llano. Incluso un día hice el recorrido a la inversa, donde en el puerto de Gavada hay dos kilometros al 11% de desnivel medio.



La carretera de Pratdip hasta el Coll de Fatxes es perfecta, va serpenteando por un valle mientras va ganando altura, entre montañas, pinedas y rocas, y es de un rodar muy agradable. A media ascensión hay un desvío a un pueblo minúsculo, Llaberia, y la carretera que lleva hasta él es otra maravilla para los que nos gusta rodar en bici de carretera. La única pega es que para ir al pueblo tienes que ir y volver por la misma, pero no importa ya que yo la haría 1000 veces sin cansarme. La sensación de soledad y paz que hay en esa zona es increíble.


Subiendo a Llaberia


Y después esta el tramo de Gavada, una carretera ahora de uso vecinal que parece que en el pasado tuvo tiempos mejores. Es de un asfalto viejo y bacheado, y su orografía esta llena de repechos y bajadas con grades porcentajes. A tramos la maleza invade la carretera, así que es fácil imaginar de que por ahí pasaran un par de coches al día como mucho.


Lo bueno de los madrugones: los paisajes.


Pues por esos tramos he salido estos días, donde hiciese la combinación que hiciese, cada día llegaba a casa con 75/85 km y 1400 metros de desnivel. Poco a poco me fui encontrando mejor de la paliza del domingo, pero en ningún momento he conseguido encontrarme bien encima de la bici. Eso me ha desanimado un poco cara a la Purito de este domingo. Pero la verdad es que aunque me doliesen las piernas horrores, durante estos días he disfrutado de la bici y he aprendido a dosificarme en las subidas.



Rodando entre nubes.


He cerrado la semana con 307 km y un desnivel de 5300 metros. Ahora solo queda esperar este domingo a la Purito. Espero acabarla, solo con eso me doy por satisfecho.


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