lunes, 15 de junio de 2015

320 km en tres dias.

En un fin de semana nada habitual no tenía nada mejor que hacer mas que dar pedales y disfrutar. Sin ninguna intención mas que pasármelo bien, he salido viernes, sábado y domingo siempre bien acompañado.

El viernes Jordi, Jose Maria, Jesus y un servidor nos dimos una vuelta por Begues donde probamos una subida dura al Montau y al Sotarro, El terreno estaba perfecto después de la lluvia y lo pasamos pipa subiendo por sitios imposibles.

El sábado, un clasico, Santes Creus con Ruben. Un "paseo" de casi 200 km donde el llano casi no existía pero que las solitarias carreteras de la zona de la Llacuna hacia que fuera un placer rodar de cháchara prácticamente todo el día. Por suerte estaba nublado, nos libramos del calor y de la lluvia.
Quedó un track bien chulo. Aquí lo puedes ver.





Y el domingo, repito con Jesus y Jose Maria, pero esta vez se sumo Xavi que hacia tiempo que no veía y que siempre es un placer rodar con el. Salimos con la idea de ir a hacer un almuerzo de cuchillo y tenedor, la ruta era lo de menos. Pero aún así cayeron 75 km con "fundamento".



Bici sin prisas y sin mirar rendimiento, en resumen!

domingo, 7 de junio de 2015

Marcha BTT Valbuena Castelldefels


Llegaba a esta semana con un punto muy bueno de forma pero estos días todo se torció. Después de unos dias de "cagalera" me llegue a plantear participar en la marcha. El jueves estaba tan machacado que al salir de trabajar me fui a la cama hasta el día siguiente. El viernes me levante muy mal, pero según avanzaba el día parecía que lo peor ya había pasado.

Así que hoy a las 8:00 ya estaba en la salida, no sin antes visitar esta mañana dos veces el baño y con gases. Y estaba tan acojonado que no osaba tirarme ningun qüesco no sea que me cagara encima. Lo se, es muy escatológico, pero es la verdad.

Así que con ese percal hemos tomado la salida un poquito mas tarde de las 8:30. Nada mas salir, había un repecho largo por asfalto, y enseguida se ha cortado el grupo. Nos hemos quedado delante unos 20 ciclistas y no me costaba mucho mantenerme con ellos. En la primera bajada he perdido unos metros (maldito monoplato) y me he mantenido a unos metros de la cabeza hasta bien entrada la zona de la Sentiu.

Cuando ha empezado lo serio, de decidido coger mi ritmo, la ruta es larga y no tiene sentido intentar mantenerse en un grupo donde sé que son mucho mas rápidos que yo; ya estoy en una buena posición. A partir de aquí las rampas son considerables y no dan tregua, pero me encuentro mas o menos bien y ya no me acuerdo mucho de mis cacotas. Nos acercamos a la zona de Sant Climent, y un grupito de 4 ó 5 nos vamos alternando posiciones. Llegamos a las 1000 pelas y ahí empiezo a notar flojera, no es fatiga, sino como si las fuerzas fallaran. Psicológicamente me hundo un poco y empieza a pesarme el pensar todo lo que me queda, ya que acabábamos de empezar.

Mientras subimos a Begues por las tierras rojas me planteo seriamente hacer la corta, no tengo el cuerpo para sufrir y me da miedo que la cagalera me pase factura. Mientras llegamos al cruce entre la corta y la larga voy testando mi estado buscando alguna señal que me ayude a decidirme. Por desgracia, esa señal no llega y por inercia cojo la larga. Al poco paso por el punto de control donde el sistema de cronometraje diferencia a los ciclistas de la corta de los de la larga.

Pues, paradojas del destino, unos metros después de pasar el punto de no retorno y en la parte mas fácil que llevamos de ruta se apagan las luces del cuadro de mandos:

Me quedo literalmente muerto, las piernas se me acalambran sin siquiera avisar y me vengo abajo. Al pasarme eso en una zona llana, lisa, y tan poco tiempo después del desvío mi cabeza se hunde totalmente. Estamos en la zona de la hipica de Begues, donde he pasado 50 mil veces, fácil, llano, y hoy paso por aquí totalmente acabado. Después de la depuradora, en un tramo un pelín tecnico de subida voy tan mal que tengo que hechar pie a tierra. Me adelanta un compañero y lo pierdo de vista en un santiamén. Noto la boca muy reseca y empiezo a comprender de que estoy muy deshidratado. He ido bebiendo regularmente pero parece que no ha sido suficiente.

Por carretera llegamos a la subida de la Mola, y veo un avituallamiento justo al empezar. Se me iluminan los ojos y bebo todo lo que puedo. Lleno el bidón y para arriba. Voy haciendo, que con la que tengo encima nos es poco. En la bajada parece que recupero y puedo encarar la subida de Olesa a Can Grau con un poquito mas de dignidad. El hecho de pensar de que cada vez queda menos me anima un poco y encuentro un ritmo bueno. Me alcanzan dos compañeros y bromeamos sobre el calor que hace, es una barbaridad.

El hecho de hablar con alguien me distrae del calvario que estoy pasando y mágicamente mis piernas vuelven en si. Hago el ultimo tramo de la subida tan rápido que los dejo atrás y los pierdo de vista. De allí bajamos hasta la pista de la plana novella y la chicharra que cae ahí es criminal. Me encuentro al ciclista que me ha adelantado en mi momento de crisis y parece que se han cambiado las tornas, ahora es él el que va fundido. Antes del fondo de la tronera había un señor de la organización con agua. Ese hombre me ha dado la vida....! Iba ya apurando las ultimas gotas del bidón.

A partir de aqui llega lo mas temido del día, los pedruscos del fondo de la tronera y la rampa brutal de la Morella. La tronera la he pasado mas o menos con dignidad, pero los rampotes esos...  Ahi he alcanzado a un compañero, iba empujando la bici. Por ahí he subido varias veces, siempre sin bajarme, pero hoy en la parte final el calor me ha podido. Rampas del 25%, piedras como melones, 35ºc y el sol dando de lleno en la cocorota.

Eso era una animalada. En la parte final he decidido bajarme, mis fuerzas habían desaparecido de nuevo. Esa parte no se ni como la he podido hacer. Solo el hecho de pensar de que se acababa la carrera al bajar el purgatorio era lo que me mantenía pedaleando. Desde ahí hasta el final he ido completamente solo y por suerte, en la bajada he recuperado las fuerzas para poder hacerla lo suficientemente rápido para evitar que nadie me alcance.

Aunque no lo parezca estoy muerto.

En la llegada estaba mi mujer y mis suegros... que alegría verlos! Estaban muertos de calor.... a mi me lo iban a decir!
Son los mejores, siempre están ahí. Seguramente si no me esperaran a la llegada hoy hubiese tirado la toalla.

Al final, han salido 62 km en 3:17h y según me han dicho la doceava posición. Contento con el resultado pero me queda la espinita clavada de haberla hecho débil por la cagalera y con esos "apagones" musculares que me han acompañado toda la mañana. Me quedan las dudas de si quizá hubiese ido mas rápido sin los problemas físicos que he arrastrado. En fin... eso nunca lo sabremos.

Conclusiones después de la carrera, es que el monoplato artesanal que llevo se queda corto en las zonas rápidas, lo ideal seria llevar el piñón de 42 con un plato de 34, así podría correr mas en según que zonas. Que en los giros cerrados soy una castaña, los hago fatal y ahí no mejoro ni a tiros. Y que quiero una bici de 29", que leches!