domingo, 29 de diciembre de 2013

Final de año

Estamos en navidades, y con los días de fiesta hay mas oportunidades de coger la bici. Una vez que el constipado ha remitido vuelvo a ser persona. Esta semana me he olvidado un poco de seguir con la base y me he limitado a salir con los compañeros, o cuando he ido solo he salido a disfrutar y apretar si las piernas me lo pedían.
Después de un tiempo sin coger la btt salí a hacer una ruta "rompepiernas", subiendo al Tabor por la parte dura. Madre mía que rampotes tiene… Me costo subirlo mas de lo normal y me dí cuenta de que llevaba tiempo sin hacer ascensos duros.
Hice el sendero de Sant Martí de Porras y me sorprendió lo bien que me lo pasé en el. Hasta hace relativamente poco, me daban mucho miedo los senderos técnicos, y los escalones de daban pavor.
Al empezar con esto de la BTT, solamente pedaleaba por las pistas y, en una de las primeras marchas BTT que hice, me metieron por un recorrido puro de bicicleta de montaña. Sufrí como pocas veces en mi vida. Llegue a la meta destrozado y alucinando por las "trocha de cabra" por las que nos habían metido.
Estuve mas rato empujando la bici que encima de ella.
Y mas alucinao me quedé cuando vi el tiempo del primero. Era imposible que un ser humano en bici hubiera hecho ese recorrido por Mordor en tan poco tiempo…
Ese día supe lo que era la BTT de verdad. Y descubrí que me encantaba. Poco a poco, me obligue a buscar esos rincones que me daban tanto miedo y que a la vez tenían ese encanto que no puedo explicar. A base de darme alguna que otra leche y de obligarme siempre a optar por las sendas antes que la pista, poco a poco le fui perdiendo el miedo a esos rinconcitos que hay escondidos por ahí.
Hasta que el otro día, en ese sendero que, sin ser de los mas difíciles de la zona tiene un par de zonas criticas, me sorprendo disfrutando de las zonas mas técnicas y pasándomelo en grande. Ya no me dan miedo (o por lo menos tanto), pero el encanto que siento por ellos tienen se ha multiplicado por mil.
Otro día salí con los compañeros Jordi y Jaume, donde también salí a disfrutar de la bici y a pasar un buen rato en su compañía. En un día de viento bestial nos dimos un garbeo por la zona el sendero del cortafuegos de la desfeta y volví a tener esas buenas vibraciones. Donde antes me acojonaba, ahora me lo pasaba teta.
El viernes tocó carretera y por culpa de un problemilla con las luces, lo que iba a ser una salida tranquila y larga se convirtió en una salida dura y corta antes de que anocheciera. Fui mas rápido que nunca en una bici, pero llegué con las piernas bien cascadas!
Y hoy, ha tocado el almorzaco navideño con los compañeros de la grupeta. Hoy mas que la bici, lo importante era la comida y la buena compañía. Esperemos el año que viene poder repetirlo, poder ver a todos los compañeros y que como mínimo, estemos tan bien como ahora.
Ya de vuelta, he pensado… para que vas a entrenar la base? Esta semana, sin planificar nada, lo he pasado pipa. Lo mejor es salir y disfrutar, y hacer lo que te apetezca en cada momento. Con cuidado, y sin pasarse, saldré a pasarlo bien y si quiero apretar, y las piernas me lo piden, lo haré.

Adéu 2013!

No hay comentarios:

Publicar un comentario