Desolado

Esta semana, lamentablemente no puedo hablar de kilómetros pulsaciones ni rutas… El jueves me levanto para acudir al trabajo como todos los días y resulta que al ir a por el coche en el párking me encuentro el trastero reventado y sin las dos bicis que tenía en el.
El primer sentimiento fue incredulidad… Por mas que puse cerradura de seguridad, por mas que tenían una pitón puesta, se las habían llevado. Solo quedaba la puerta deformada y el trastero vacío.
Según fueron pasando las hora el shock inicial fue convirtiéndose en desánimo, tristeza, abatimiento… Tanto esfuerzo ahorrando, tanto tiempo mirando y comparando precios para conseguir mejorar el equipamiento sin dejarme un dineral se había esfumado en un instante.
No soy el primero y ni seré el último.
Ahora toca esperar que el seguro responda, y cruzar los dedos para por lo menos poder reponer parte de lo que tenía.
Este finde sin bici no será lo mismo.